Los hábitos de trabajo y su influencia en la formación integral de los niños del primer año de educación básica del instituto superior luis a. martínez de la ciudad de ambato año lectivo 2008 – 2009

Abstract

Formando hábitos de TRABAJO en niños desde el jardín de infancia Desarrollar hábitos de trabajo en los niños desde muy pequeños les dará múltiples ventajas. Entre ellas, el poder aprender desde antes a organizar su tiempo, con lo cual dispondrán con mayor facilidad de momentos para jugar, hacer deportes y pasarlo en familia. Los maestros se esforzaran en diseñar trabajos y tareas divertidas, breves y creativas, relacionadas con la vida cotidiana, que den respuesta a las dudas y necesidades de sus alumnos». Para lograrlo, hay ciertas recomendaciones que puedes tomar en cuenta para ponerlas en práctica en casa. Aquí algunas de ellas:  Al armarle el horario de la tarde, incluye siempre en él tiempo para jugar y relajarse, así como también para actividades con rompecabezas, dominós, pinturas, etc.   Para realizar actividades intelectuales (ejercicios de memoria, atención, etc.) es preferible ubicarlas en horas que no estén cerca del momento de dormir ni de comer.  El lugar donde hace sus tareas debe estar libre de distracciones, y ser adecuado a su tamaño (mesa y silla). Debes cuidar su postura y que sus pies siempre toquen el suelo.  Otra manera de diferenciar bien los espacios y momentos de las “tareítas”, es separando y guardando materiales como crayolas, lápices, plumones, pinceles, etc. en un lugar distinto a los objetos que utiliza para jugar.  Alienta y reconoce positivamente sus logros en cuanto al orden y al esfuerzo. Destacar más el proceso que el resultado, pues esto último varía según cada niño.  Nunca mantener prendidos ni en pausa el televisor, la computadora o la radio mientras hace sus tareas, pues son poderosos distractores.  Procura que el lugar tenga buena iluminación y ventilación.  Marca muy bien las horas de inicio y fin de los tiempos, para que se vaya formando idea de el uso que le debe dar a cada uno.  Predica el orden dando el ejemplo en casa. Una de las razones más frecuentes que se presenta para explicar el bajo rendimiento de los estudiantes, en todos los niveles del sistema educativo, es la falta de hábitos de trabajo. Para la formación de hábitos de trabajo es evidente que el ejercicio es necesario; pero la práctica no conduce el aprendizaje. Saber si lo que se hace está bien o mal incita al individuo a modificar su conducta para que sea más eficiente en sus estudios. El docente debe iniciar a sus estudiantes la práctica dirigida, es decir, el estudio debe ir bien orientado, o sea, hacerles ver en todo momento los objetivos que pueden alcanzar con su actividad, que comprendan el propósito del estudio ya que este sin orientación es algo estéril. El estudio no puede motivar al alumno si éste no sabe por qué y para qué lo realiza.